La cuarentena

Me encerré con mi familia desde el 18 de marzo. Hemos procurado ser estrictos y no salir más que a lo indispensable. Incluso pasé 3 meses sin ver a mi novio, lo cual fue una de las situaciones más tristes de esta etapa. Sin embargo, estoy consciente del privilegio que he tenido en permanecer en cuarentena en el mismo lugar donde usualmente produzco, pienso y estudio. En ese aspecto, podría decir que no he extrañado el trabajo y que dispongo de todo lo que necesito. 

En estos meses me he enfocado en la redacción de mi tesis de maestría, entre otras cosas que espero compartir más adelante. Una de las experiencias más enriquecedoras fue el taller de ilustración digital que tomé durante mayo y junio. Dejo aquí algunos resultados. 

Vendrán más publicaciones con el resto de actividades en el encierro, que no han sido pocas.