Dibujos semanales. Parte I. Necesito pensar...
Mi proyecto de maestría está concluido. Podría expandirlo, continuarlo por otros frentes, contradecirlo, deshacerlo, o simplemente, iniciar algo nuevo.
Desde hace meses le doy vueltas a la idea de hacer un videoclip con lo poco que sé de animación: tengo unas ganas inmensas de utilizar mi voz dentro de algo visual. Pero también quisiera hacer algo más dibujístico. Eso si no llego antes a algo pictórico. La cuestión es que cada vez me resulta más distante la imagen fotográfica, estática, que se vale de entelequias para narrar un evento y jamás mostrarlo.
Por otro lado, pensar no es una actividad precisamente contemplativa. Sé que no llegaré a una solución si no pongo manos a la obra, si no me muevo, aunque en un principio lo que logre no tenga nada que ver con el problema. Tal vez se trate de alguna de esas estrategias didácticas que enseñan en clases de metodología de investigación.
La cuestión es que, por todo lo anteriormente mencionado, decidí que me esforzaría en hacer diariamente un dibujo rápido, de formato pequeño y de algún objeto del natural...efectuar una reflexión del tiempo presente, como lo hubiera dicho Berger en su libro, Sobre el dibujo (2005). La pretensión con esta dinámica es volver a preceptos básicos: modelar la luz sobre el objeto, medir distancias, establecer códigos de profundidad...
Sólo son prácticas para darme tiempo de pensar. Afortunadamente, tenía un pizarrón de sobra para obligarme a no darles tanta importancia. A la par, estoy estoy practicando canto y tratando de improvisar con danza árabe. Siento que la idea viene, ya viene.
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