Lobos mexicanos
Después de varios meses de haber concluido este cuadro, por fin estoy a punto de entregarlo a su dueño.
El proceso que seguí parte nuevamente de la fotografía de stock para generar una composición propia (o al menos esa ilusión tengo). Este tipo de imágenes son una especie de catálogo de apariencias realistas, de referencias para objetos y sujetos con los que nunca he tenido un contacto directo, corpóreo y presencial. Por lo que me dijeron las etiquetas con las que encontré las fotografías en Internet, así se ve un lobo mexicano y así se ven las cascadas en Chihuahua (que conocí hace tanto tiempo que bien pude haberlo imaginado).
Hasta ahora, lo que más me apetece en un cuadro es constatar que la imagen matérica frente a mis ojos consiste en cientos de capas semi transparentes que se han ido sumando, modificándose unas a las otras al dilapidarse. El problema con pintar de esta manera es la lentitud del proceso y la incógnita permanente de que siempre podrán sumarse más capas, pero hay que ponerle punto final en algún momento.
Dejo aquí un mini video del proceso...
y aquí, el resultado final.
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