... Hasta que me senté a escribirlo...


Generando ficciones. 

Suspensión de la incredulidad: Expresión que designa la voluntad de un sujeto para dejar suspender su sentido crítico, ignorando inconsistencias de la obra de ficción, para así adentrarse y disfrutar del mundo expuesto en la obra. 
(Coleridge, 1817)


Hasta ahora, hay 10 imágenes concluidas de la serie Estímulo ficticio. El deseo era tener un proceso de elaboración de imagen en el que se utilizaran tanto la fotografía como el dibujo ( con sus posibilidades de manipulación digital), en el que cada medio tuviera un papel específico para el resultado final. De acuerdo a esto, se utiliza el dibujo digital para construir un personaje a partir de algunas imágenes de referencia; una reacción a la acción que éste propone es seleccionada de entre las numerosas que son capturadas en una sesión fotográfica; finalmente, la manipulación digital sirve para que dibujo y fotografía convivan, haciendo patente la ilusión necesaria. 


Dentro de cada imagen, se plantea una situación ficticia básica, resultado de una exploración a la conducta humana y sus ecos en el reino animal (En ambos puede hablarse de seducción, invasión territorial, juego, dominación o subordinación). Hay que recalcar que la mecánica a la que se está recurriendo para generar dicha ficción obedece al concepto teatral de training, es decir,  todo aquel entrenamiento de expresión corporal, que busca más convertir el cuerpo del actor en una herramienta flexible, que prepararlo para un rol en específico. 

Antes de continuar profundizando en lo que concierne al contenido de estas fotografías con intervención de dibujo, hace falta hablar de la interpretación que se le está dando al medio. 

Susan Sontag describe a la fotografía como una interpretación del mundo, no como un registro del mismo.  Bajo el mismo criterio que los que pintan o dibujan, los  que hacen fotografía  imponen pautas a sus sujetos. Tienen la libertad de reducir, ampliar, recortar, retocar, manipular o trucar cada toma que realizan.

“... Las fotografías procuran pruebas. Algo que sabemos de oídas pero de lo cual dudamos, parece demostrado cuando nos muestran una fotografía... Una fotografía pasa por prueba incontrovertible de que sucedió algo determinado... parece entablar una relación más ingenua, y por lo tanto más precisa, con la realidad visible que otros objetos miméticos...a pesar de la supuesta veracidad que confiere autoridad, interés, fascinación a todas las fotografías, la labor de los fotógrafos no es una excepción genérica a las relaciones a menudo sospechosas entre el arte y la verdad...  ”
(Sontag, 2006)

Un enunciado que podría enfatizar esta postura es el de Roland Barthes cuando hace la observación del presunto encadenamiento de la fotografía con su referente ( sujeto), y por el mismo motivo se refiere a ella como “ contingencia pura”. Mientras el mundo se mantiene en movimiento, cada imagen fotográfica se encuentra atada a lo que representa, que, dicho sea de paso, es algo cambiante como todo lo demás. 

“... La fotografía repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente...” 
(Barthes,1989)

Sin embargo, y he aquí el énfasis, Barthes reconoce la necesidad de distinguir a la imagen que captura la cámara de su referente para encontrar el significante fotográfico. A fin de cuentas, todo lo que se obtiene es una colección de objetos parciales. 

Para lo que concierne a este proyecto, se parte de esta visión de la fotografía como una interpretación de la realidad, lo mismo si el fotógrafo caza el instante con lo que tenga frente al lente, que si decide controlar la iluminación, dar instrucciones a un modelo o acomodar objetos. El encuadre es esa parte donde se decide qué fragmento de la realidad  quedará registrado. 

Regresando al afán de encontrar una manera de lograr simbiosis entre la cámara y el lápiz digital, se emplearon ambos medios para la tarea de construir un personaje, teniendo por un lado al que actúa frente al lente a lo largo de una sesión fotográfica y por otro, al que se compone de fragmentos de referencias visuales a través del dibujo. 

Ahora bien, por “actuación” se está entendiendo un proceso en el que cada actor es un receptor e intérprete de los signos que emanan de su ambiente (pueden ser textuales, gestuales o inducidos por el silencio). De acuerdo a Bob Villete, la cualidad de esta captación es lo que determina la solidez del trabajo actoral. En este caso, dicha simbología emana de las situaciones ficticias básicas ( seducción, invasión, juego, etc.) que son punto de arranque para generar la acción de un personaje y la reacción del otro. 

“ ... lo esencial es que el cuerpo del actor sea transformable, moldeable, que pueda hacerse totalmente irreconocible, borrarse detrás del cuerpo del personaje, que se ponga todo completo a su servicio...”
(Müller,2007)

El cuerpo es entonces una herramienta. Su actividad consiste en experimentar toda la virtualidad de la que sea capaz, proceso que Deleuze denominaría “ Cuerpo sin órganos”.  
Para esta serie de imágenes, uno de los puntos a tratar es la corporalidad de los personajes. Esta sensación se hace evidente en la interacción de ambos, el fotografiado y el dibujado, reforzando la acción y reacción planteadas en el esfuerzo por mantener una distancia íntima (propia del acto sexual, de lucha, protección o confortamiento)  o personal  (la suficiente para retener a alguien) entre ellos (Hall,2007)

 “... es difícil decidir cuáles de todas son las fuentes informativas en que basamos nuestras reacciones. ¿El tono de la voz, la posición, la distancia?... por ejemplo, la presencia o ausencia de la sensación de calor producida por el cuerpo de otra persona señala la línea que separa el espacio íntimo del no íntimo...”
(Hall,2007)

El lapso que brinda el temporizador de la cámara permite tener reacciones más genuinas a los estímulos ficticios. Cuando una persona es consciente de que está frente al lente, la pose es automática (Barthes,1989). Barthes incluso diría que la fotografía termina por crear al cuerpo y que el modelo se transforma anticipadamente en imagen.  

El cuidado de detalles en el proceso de combinar medios, es decir, manipular digitalmente sombras y luces, tiene por objetivo el acentuar lo orgánico de esta intimidad entre los personajes y lograr la mayor integración posible en la imagen final. Estas dos tareas son parte de la búsqueda de verosimilitud en estas ficciones. 

Con tal de no delatarse como tal ante el espectador, la ficción necesita ser veraz, de lo contrario el público nunca terminará de adentrarse en el contexto que propone. En teatro, este fenómeno se conoce como distanciamiento: La audiencia sabe que está frente a una simulación que no busca decir la verdad, sino que cada quién encuentre la suya. Para el pensamiento literario, la meta no es contener enunciados verificables, es generar un corto circuito que lleve al lector a reparar en lo que no sospechaba. La ficción surge entonces como una interpretación de la realidad que se expresa en sus propios términos. La verosimilitud es el elemento de atracción necesario para que el espectador logre identificarse con algún punto dentro de toda la ilusión. 

“...Abandonar las referencias en el tiempo del espectáculo hace gozar; reencontrarlas enseguida y reflexionar acerca de ellas produce placer...”
(Stein,2007)

En un plazo más largo con este proyecto, se busca continuar explorando cuestiones básicas en la conducta humana y el lenguaje corporal, a través de la recontextualización que el set implica. Probablemente la experiencia con otras artes repercuta directamente en la producción visual, enriqueciendo el modo de generar ficciones, el entendimiento del personaje y dando más puntos de encuentro al espectador. 


Bibliografía para este artículo

Bacarlett, María et al. (2012). Filosofía, literatura y animalidad. México: UAEM
Barthes, Roland (1989). La cámara lúcida. Barcelona: Paidós
Coleridge, Samuel (1817). Biographia literaria. Recuperado de:http://es.wikipedia.org/wiki/Suspensión_de_la_incredulidad
Hall, Edward (2007). La dimensión oculta. México, Siglo XXI Editores
Müller, Carol (2007). El training del actor. México: UNAM-INBA
Sontag, Susan (2006). Sobre la fotografía. México: Santillana Ediciones Generales
Stein, Peter et al. (2007). Con Brecht. México:UNAM-INBA

Artistas de referencia: 

Gottfried Helnwein
David LaChapelle 
Gabriel Lacomba 
Annie Leibovitz
Howard Schatz



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